Dicha estratificación, desde la metáfora funcionalista de
la sociedad como un organismo, partiría de la importancia que tienen los
diferentes sistemas biológicos del cuerpo para poder hacer que dicho organismo
continúe con vida. En este caso, la sociedad como mecanismo (del estructural
funcionalismo), se haría referencia a la prioridad de sus compuestos en cuanto
al funcionamiento del mecanismo.
Según Davis y Moore, la
estratificación social cumple la función de que los individuos, logren
desarrollar las bases que mantienen unidas las estructuras de la sociedad para
el funcionamiento de la misma (Davis & Moore, 2008). Sucede que la
estratificación social es uno de los factores a partir de los cuales la
sociedad delega orden y por lo tanto la continuidad de varios sistemas y
estructuras. Pensemos, en la estratificación, como un orden de jerarquías
dentro de una empresa (esta jerarquía más bien puede ser entendida como rango o
Rank). Donde las estructuras están
dadas y existe rotación de personal dependería de algunas premisas
determinantes.
En este caso, dichas premisas son
consideradas sobre todo como los principios de la estratificación. La primera
premisa y factor de posicionamiento en el Rank,
sería la importancia del desarrollo de una actividad en la sociedad (por
ejemplo, el empleo), mejor conocido como el prestigio. Y como segunda
determinante, sería el talento y la preparación (entrenamiento) para poder
desempeñar dicha actividad. Estas bases son las que marcan en posicionamiento
del individuo y de la propia actividad que practica, dentro de dicho rango.
Ahora bien, cuando se habla del
talento y del entrenamiento, básicamente hay tres vías para el acceso a ello.
La primera es un entrenamiento en desarrollo de una actividad que por
consecuencia y por acción de la movilidad social, lleve a un individuo a que su
práctica sea relevante e incluso a hacia acercarse a un prestigio más elevado.
Aquí se puede pensar en el hijo de un obrero que se esfuerza hasta desarrollar
una práctica (por ejemplo, una profesión) que es altamente respetada por la
sociedad y más aún, tras el esfuerzo realizado.
Otra vía, un tanto más especulativa, es la del talento
“innato”. Y la otra es la del prestigio como algo superpuesto al entrenamiento,
lo cual puede llevar a que individuos poco capaces desarrollen una actividad
que en la cual no estén capacitados. Por
lo tanto, esto rompería en cierta medida con patrones que para sociedad
pudiesen ser prioritarios. En tal caso, desde la perspectiva de Parsons, lo que
pudiese estar fallando sería el modelo de asignación e integración, en este
caso desde la estratificación social. Tan sencillo ejemplificar esto, como el
individuo que mediante la corrupción puede ocupar un cargo que no le compete.
Saúl Acosta García
Davis, K., & Moore, W. (2008).
Some principles of stratification. American Sociological Review.
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